domingo, 4 de diciembre de 2011

24 segundos.

Llegó el día 26 de noviembre, con más ganas que nunca para jugar mi primera F4 y con una semana de entrenamientos intensa, con mucho esfuerzo por parte de todos y con muchísima ilusión por demostrar todo el trabajo durante todo el año.
Para muchos de nosotros era la primera vez que íbamos a jugar un partido de este tipo, por suerte, para otros es ya algo habitual pero siempre por méritos propios y por el trabajo realizado.
Llegamos a Liencres muy concentrados, metidos en el partido y al 100% en todos los aspectos. Calentamos duro, muy centrados y con las cosas muy claras. Los nervios previos a una semifinal se te quitan en cuanto saltas a la pista y tocas el balón por primera vez. Miras todo; balón, canasta, pista, grada y sólo piensas en una cosa, disfrutar del hecho de poder jugar un partido así.
Nos enfrentábamos contra Renedo, el rival más fuerte de liga y el que posteriormente consiguió llevarse la copa a casa. Teníamos el partido de liga en mente contra ellos, en el que lo tuvimos tan cerca y se nos escapó de las manos. Por ello salimos a darlo todo, una vez más al máximo.
Comenzó el partido con posesión para ellos y un parcial de 6-0 bastante contundente, pero rápidamente nos incorporamos y al final del primer cuarto llevábamos una desventaja alrededor de 5 puntos. Primera parte buena, aunque pudiéndolo hacer mejor y llegamos al descanso con una desventaja de 12 puntos. Comenzó la segunda parte y en algún momento llegamos a tener desventajas de 16 puntos. A partir de este momento, la desventaja empezó a descender. Empezó el último cuarto con 12 puntos de desventaja y salimos a darlo todo una vez más. Era difícil pero no imposible y conseguimos recortar la ventaja rival encadenando una serie de aciertos en el triple y tiros libres. Varias pérdidas de ellos nos llevaron a estar otra vez muy cerca de la victoria cuando a falta de 3 minutos perdíamos tan sólo por 6 puntos. Final del partido con 7 puntos abajo, dando el máximo y muy orgullosos. Había sido un partido muy duro, pero también habíamos sido más equipo que nunca. Habíamos disfrutado todos del partido y le habíamos vuelto a plantar cara al equipo más fuerte de la liga. El duelo sigue pendiente y en liga seguiremos dando guerra. Nuestro objetivo este año es estar arriba y tenemos equipo de sobra para hacerlo, pero es sólo en equipo como podemos llegar a estar ahí. Una vez más agradecer a toda la gente que está detrás nuestro animando y ayudándonos lo máximo posible, porque sin ellos no estaríamos donde estamos.
Con la F4 jugada, llegaba el vacío total. Entre puentes y el parón de Navidad no había mucho que hacer.
Después de todo llegó la noticia inesperada, y se justifica así el título de la entrada. La otra persona que participa en el blog, junto a otro compañero del juvenil y yo, jugábamos la F4 de copa con el equipo de primera nacional senior. Estábamos contentísimos con la noticia y llegó el día de la semifinal. El equipo hizo un partido bastante sólido en todos los aspectos, con pequeños despistes en ocasiones que llevó al rival a disputar el encuentro durante los 40 minutos, aún así, victoria y pase a la final asegurado. Llegó el día, hoy. Quién me iba a decir a mí que iba a pasar de no jugar una final en mi vida, a jugar dos en una semana. Todos metidísimos en el partido, concentrados al 100% y con más ganas que nunca. Yo tenía claro que mi papel iba a ser el de animar, estar apoyando a mis compañeros desde el banquillo y con eso me bastaba. Para mí con sentirme dentro del grupo y poder ayudarles en todo me es suficiente. Jugaron todos un partidazo, desde el primero hasta el último. Fue un partido durísimo, contra un rival fuerte, con experiencia y con muchas ganas. Igualadísimo en todos los aspectos, con una defensa muy intensa. Llegamos al último cuarto con una ventaja de un par de puntos pero tirando de defensa, esfuerzo e intensidad nos colocamos alrededor de diez puntos arriba. Fue entonces cuando, a falta de 24 segundos, nos dieron a mi compañero del juvenil y a mí la oportunidad de disfrutar de la final. Todo genial, una experiencia increíble y orgullosísimo de mis compañeros por todo lo que habían hecho y por darnos la oportunidad de poder jugar. Con gente así da gusto, de verdad. Final del partido, ¡campeones de copa! Contentísimos, orgullosísimos del trabajo realizado y del esfuerzo. Sólo me queda darle las gracias a todos ellos por hacernos disfrutar así del baloncesto y al entrenador por darnos la oportunidad de vivir el momento. Sin duda alguna, uno de los mejores días de mi vida. Enhorabuena a todos ellos porque se lo merecen, son un grupo de la hostia. Ahora con más ganas que nunca de darlo todo en la liga juvenil y de animar a este equipo que son los mejores, ¡coño!


Aitor Odriozola